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martes, 21 de junio de 2011

EL DIA QUE ALDO SE ENAMORÓ: 22 DE SEPTIEMBRE

Aldo es un hombre como cualquier otro. De pequeño ya sentia su afinidad por la economia cuando contaba los fideos que su madre le servia en el plato. A veces el plato se le enfriaba de tanto contar. Y no solo eso, sino que se tomaba el trabajo de contar los 222 fósforos Fragata, para ver si realmente eran 222. De grande supo entonces que lo suyo era Economia. Ingresó en la facultad y se recibió enseguida. Luego entró en un banco. El City Bank. Ingresó como cajero y terminó siendo gerente. Pasaron los años y Aldo se dió cuenta de que estaba solo. Esos años fueron muchos, ya que Aldo ahora tenia 62 años. Se puso a pensar que durante años, los números lo habian alejado del amor. Un amigo le enseñó algunas técnicas de seducción. Aldo le hizo caso al pie de la letra. Tal es asi, que fue a una peluqueria y se hizo unos dorados. No le gustó y aprovechó el nacimiento de una ya prominente pelada, para pelarse del todo. Luego se compró una campera Adidas con las tres tiras plateadas, un Kenzo de primera calidad y un anillo con un rubi enorme en el centro. Aldo a eso le llamaba: Onda. Con el tiempo Aldo se transformó en el hermano mellizo de Mario Baracus. Un dia se cruzó con una chica veinte años menor que él y Aldo le dijo: "Si Valeria es Masa.., usted es una confiteria". La chica lo miró con una sonrisa burlona. Aldo entendió que lo trataban de viejo baboso. De la bronca eligió irse a Las Vegas. Pero antes hizo un curso de inglés. Cuando lo terminó, partió para los Estados Unidos. Ni bien llegó al aeropuerto de Norteamérica, le dijo a una chica: "What time we go to sleep?" La chica lo miró como no entendiendo, a lo cual Aldo replicó: "I want to make love, beautiful". La chica le pegó un cachetazo, llamó a un policia y lo dejó detenido. Cuando lo quisieron revisar y sacarle algunas prendas, Aldo se hizo el coqueto y dijo: "No, esto yo no me lo saco". Discutió tanto, que lo acostaron y lo metieron en el detector de metales con cuerpo y todo. Aldo salió todo morado y algo quemado por los rayos ultravioletas. Algo sordo también, ya que debido a la gran cantidad de metales que llevaba encima, el detector se la pasó sonando. A Aldo le encantaban los anillos y las cadenitas de oro. Luego lo dejaron ir y Aldo se fue a Las Vegas. Ni bien llegó se metió en el casino. Ganó unos cuantos dólares. Al rato se le acercó a una mujer y le dijo: " What are you doing tomorrow?". I don't know, le dijo ella, y se fue. Aldo se largó a llorar y se fue corriendo enojado a tirarse encima de la mesa de la ruleta. Lo sacaron a las trompadas y tuvo que pagar una multa muy superior a lo que Aldo habia ganado. A la salida conoció a una mujer. Hermosa mujer. Esta vez Aldo no se animó a decir nada y se fue. A los dias se la volvió a cruzar. Conversaron mucho. Todo en castellano, ya que Sofia, como se llamaba la mujer, era argentina. Siguieron conversando durante dias. Se entendian. Tenian una energia parecida. Se dieron un beso. Con el tiempo Aldo se fue sacando toda la ropa que se habia comprado, para volver a usar la de siempre. Dejó la campera Adidas y el perfume, y lo cambió por un saco y una camisa. Tambièn se sacó los pocos dorados que rodeaban a su pelada." Asi estás mejor", le dijo ella. El 22 de septiembre se abrazaron e hicieron el amor. Aldo se relajó y entendió lo que nunca habia entendido. Se habia enamorado locamente de la mujer de su vida. O al menos eso era lo que èl pensaba..

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